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miércoles, 15 de diciembre de 2010

¿Matrimonio nudista?... Cinco razones acerca de por qué es una mala idea

Hace poco tiempo, en una animada conversación con un grupo de amigos nuevos, muy simpáticos y graciosos, salió al baile la típica pregunta de ¿Y ustedes piensan casarse?... Obviamente la pregunta no iba dirigida a mí (porque para casarse se requiere de una materia prima que yo no he encontrado en el mercado), sino a la pareja de anfitriones de aquel magno evento social.

Sin complicarse mucho, entre risas y miradas cómplices comenzaron a desviar la pregunta poniéndole un toque humorístico a la respuesta, hasta que él comenzó a fantasear con su fiesta de matrimonio diciendo… “Si yo me casara, haría un matrimonio onda… Todos en pelota”, y comenzó a describir cómo sería la fiesta con novios en pelota, invitados en pelota, etc. No creo que se hubiera tratado de un matrimonio por la iglesia, ya que sería bastante raro ver a un cura, sólo con la bandita esa que no sé cómo se llama, pero que cambia de color dependiendo del calendario eclesiástico, cubriendo su desnudez.

Y como yo tengo el don especial de convertir el diálogo en imágenes y crear una progresión de hechos con solo una idea, comencé inmediatamente a divagar acerca de cómo sería un matrimonio nudista, llegando a la conclusión de que no sería nada agradable. Y quiero argumentar a través de cinco razones aquella conclusión:

Primero; El novio y la novia en cutis:
Durante el tiempo que dure la ceremonia todos los invitados tendríamos como vista principal sus traseros. Para que esta vista no fuese indigna, ambos novios deberían tener la delicadeza de broncear, o al menos aplicar autobronceante en su cara posterior, además de ejercitar un poco para obtener algo de turgencia, de ese modo, la vista podría ser un poco más atractiva. Porque un popín pálido y alicaído puede terminar siendo un espectáculo más bien deprimente y, en un matrimonio la gente debe estar contenta y esperanzada de un futuro mejor.

Segundo; El arroz directo al human body:
La práctica de lanzar arroz a los novios al terminar la ceremonia tiene que ver con prosperidad y, si bien ahora último el arroz es substituido por pétalos de rosa, para el caso sería lo mismo. Dependiendo de la morfología de los novios y de la cantidad de cavidades y pliegues corporales que tengan, podrían pasar horas para que pudieran dejar de caer granitos de arroz o petalitos de rosa de sus cuerpos, condición que de una u otra forma los incomodaría físicamente.
Tercero; Los saludos, abrazos y felicitaciones piel con piel: ,
Que desagrado saludar en pelota, con abrazos y sobones a piel descubierta a alguien que uno encuentra particularmente no agraciado. Peor si uno se lo encuentra en la pista de baile, todo transpirado. Y ¡que nervios para un hombre, saludar de abrazo y beso en pelotis a una mujer atractiva!, porque eso sería casi una declaración factual de que “le pasan cositas con ella”. Peor aun, si su representante no distingue entre atractiva y no atractiva y se emociona con cualquier espécimen femenino. La integridad de aquel hombre podría verse en peligro debido a las malas interpretaciones que podría hacer la fémina.

Cuarto; Los cambios de mesa, de silla en silla:
Al momento de la fiesta uno no podría cambiarse de mesa para ir a saludar a los amigos con la libertad de siempre. Imagínense ir a la mesa del lado y sentarse a poto pelado en una silla que ya ha sido ocupada por otro sujeto o sujeta, también a poto pelado. ¿Quién le asegura a uno que esa persona es limpia y no tiene algún tipo de estreptobifiduscocus?... Habría que andar con un spray de cloro durante toda la fiesta para rociar en cada lugar en que uno se quiera sentar y, probablemente esto mismo pueda ser un factor de daño para la delicada piel de la zona.

Quinto; El baile en bolis:
¡O sea!... Mínimo un año de gimnasio, más masajes reductivos para que a uno no se le muevan las presas al bailar. Qué cosa más espantosa sentir como a uno se le mueven las cositas al bailar, ver al partner bailarín de uno, al tío del novio, a la abuelita de la novia y a los compañeros de pega con todas sus porciones meneándose, saltando y rebotando al ritmo de la misma canción. Peor aun si empiezan con canciones del tipo “cachete con cachete, pechito con pechito y ombligo con ombligo”, trencitos con “un pasito palante uh… un pasito pa atrás ah”, etc… La cosa sería fea, además de peligrosa.

En fin, creo que no es primera vez que escucho a alguien decir… “Mi matrimonio sería del tipo todos en pelota”... Como por hablar de algo divertido. Y, me da la sensación de que estos cinco argumentos pueden ser bastante convincentes para que esta idea no prospere en ninguna de las cabecitas de quienes han proferido este comentario. Probablemente, después de tener estas imágenes en su cabeza, ni siquiera ya puedan volver a decirlo como talla.

Si tienen ahora una leve sensación de “asquito”, me doy por pagada... HE CUMPLIDO CON MI OBJETIVO…

¡Que vivan los novios!... Y sus trajecitos

Nota: Se aceptan nuevos argumentos

7 comentarios:

  1. Je, je, je... esto está "amarilleandoooo".
    Da mucho que pensar y más de imaginar (y eso que no le has metido nada de pelitos a la cosa).
    Mis felicitaciones y un abrazo (vestido, claro).
    ¡Qué bueno lo de "poto pelado", me encanta!

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  2. jajaja Pauli me rei demasiado obvio imaginándolo todo pero aqui entre nos es parecido a lo que me plantea mi hombre solo que el en el momento del cotillon quiere un sequito de piluchas al ritmo de la electronica nadie puede jajaja

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  3. muy bueno, tu imaginación va demasiado rápido, además con la certeza clara de tus argumentos..por supuesto el punto 3...clave en aquel matrimonio, gracias a Dios no conozco a tus amigos nuevos, porque ni cagando voy. No podría saludar a nadie, es verdad no me siento en un silla que quedó con el sudor de una raja que no es mia y por último no me veo muy bién a popin pelado..

    yiyi

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  4. Mona!!! imagínate si la novia, el novio o ambos, o peor aún, una no menor cantidad de asistentes sufrieran de Hirsutismo!!! (Me esforcé buscando la palabra eh!!!)....jajajaja, que rancio ver toda la ceremonia dos potos peluos, creo que esta es una sexta razón para NO hacer un matrimonio en pelotas!!!!

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  5. Me encanta tu blog, que compartas todo lo que tu mente imagina no encuentro notable :)

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  6. Muchas gracias Anónimo/a... No he escrito mucho últimamente, por eso me agrada aun más ver que hay gente que aun me está leyendo. Un abrazo

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  7. Agrego ahora, tiempo después, que tras estas reflexiones mis "nuevos amigos" finalmente decidieron no seguir siéndolo... ¡Nunca más una invitación, una llamadita... Un mail!... Y yo que encuentro que soy de lo más normal para pensar. Vaya a saber uno qué espera la gente ¿no?

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