El camino hacia la felicidad probablemente sea menos glamoroso y, al menos para mí, más trabajoso. Creo que el verdadero bienestar se logra cuando logramos estar plenamente presentes, cuando juzgamos cada vez menos y somos capaces de simplemente aceptar todo lo que nos ocurre como parte del proceso o ciclo de la vida, dejando paulatinamente de etiquetarlo todo en términos de "positivo" o "negativo".
Muchas veces pensamos que la situación actual no es la que quisiéramos y nos decimos a nosotros mismos -"Cuando me cambie de trabajo me sentiré realmente feliz", "Cuando cambie el auto estaré muchísimo más cómodo/a y contento/a", "Cuando tenga mi casa propia todo estará bien"- Y lamentablemente podemos ver que la felicidad resulta efímera y que al poco tiempo de conseguir nuestro objetivo, estamos sintiéndonos nuevamente insatisfechos y generando una nueva necesidad como meta para ser felices.
Probablemente cuando dejemos de esperar tener esto o aquello, estar en esta o en esta otra situación y seamos capaces de convivir con nuestras situaciones y estados emocionales actuales de un modo contemplativo, aceptándolo todo como parte del aprendizaje, asumiendo que todo cambia de manera permanente, podremos finalmente sentirnos más tranquilos; a pesar de la angustia, del miedo o de la tristeza que, en ocasiones podamos sentir.
Si bien resulta "raro" pensar en aceptar en incluso abrazar nuestra propia angustia, nuestro miedo, o nuestras dificultades, ese es probablemente el camino de la liberación.
Muchas veces pensamos que la situación actual no es la que quisiéramos y nos decimos a nosotros mismos -"Cuando me cambie de trabajo me sentiré realmente feliz", "Cuando cambie el auto estaré muchísimo más cómodo/a y contento/a", "Cuando tenga mi casa propia todo estará bien"- Y lamentablemente podemos ver que la felicidad resulta efímera y que al poco tiempo de conseguir nuestro objetivo, estamos sintiéndonos nuevamente insatisfechos y generando una nueva necesidad como meta para ser felices.
Probablemente cuando dejemos de esperar tener esto o aquello, estar en esta o en esta otra situación y seamos capaces de convivir con nuestras situaciones y estados emocionales actuales de un modo contemplativo, aceptándolo todo como parte del aprendizaje, asumiendo que todo cambia de manera permanente, podremos finalmente sentirnos más tranquilos; a pesar de la angustia, del miedo o de la tristeza que, en ocasiones podamos sentir.
Si bien resulta "raro" pensar en aceptar en incluso abrazar nuestra propia angustia, nuestro miedo, o nuestras dificultades, ese es probablemente el camino de la liberación.
Las técnicas, los rituales, los amuletos y todos los "artefactos" probablemente funcionen de alguna manera mágica y nos otorguen algo de tranquilidad, sin embargo pienso que el peligro reside en atribuirles tanto poder que terminen volviéndose una necesidad y transformándose en obsesiones y/o compulsiones.
Son pocas las certezas que, como seres humanos podemos tener. Una de ellas es que existimos, otra es que sufrimos y la tercera es que todo es impermanente, todo cambia momento a momento. Por lo tanto, vivir en el presente, aceptando cada una de las situaciones que se nos presenten, dejando de condicionar nuestra felicidad a la obtención de logros o posesiones, sino más bien moviéndonos hacia ellas, agradeciendo cada avance y cada retroceso como un aprendizaje, puede hacernos sentir más satisfechos y menos ansiosos. Probablemente de este modo, conseguiremos muchas cosas que creemos necesitar, sin tanta premura y sin tanta frustración.
Son pocas las certezas que, como seres humanos podemos tener. Una de ellas es que existimos, otra es que sufrimos y la tercera es que todo es impermanente, todo cambia momento a momento. Por lo tanto, vivir en el presente, aceptando cada una de las situaciones que se nos presenten, dejando de condicionar nuestra felicidad a la obtención de logros o posesiones, sino más bien moviéndonos hacia ellas, agradeciendo cada avance y cada retroceso como un aprendizaje, puede hacernos sentir más satisfechos y menos ansiosos. Probablemente de este modo, conseguiremos muchas cosas que creemos necesitar, sin tanta premura y sin tanta frustración.
Hace un par de años atrás, conocí un viejito sabio y curaíto que repetía incesantemente esta frase:
ResponderEliminar"... la verdad empírica de la vida, no se aprende por medio de instituciones ni universidades, ni libros ni frases, ni consejos ni proverbios... sino, por medio del vivirrrrr, wn... del viviiirrrrr..."
Y la vida se le fue en collera viviendo tanto que terminó viviendo adentro de la botella :(
Eliminar