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PASABA

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jueves, 11 de septiembre de 2008

¡¡¡VIVA CHILE MIERRR!!!




Septiembre... Mes de acontecimientos, cambios, división y violencia y, paradójicamente de patriotismo y unión.

Se acerca la Primavera y se asoman los primeros rayos de sol y, con éstos, comienzan a aflorar también las pifias, rollos y presas sobrantes acumuladas durante el invierno. Porque al parecer tenemos la creencia que para resistir la cruda estación debemos hibernar como los osos. Llegar de la pega a encamarse (que es la versión humana de encuevarse) y sobreingerir grasas y alimentos calóricos. Y ojo que esta vez no hablo de mí ah???... Porque este invierno me he cuidado harto para no sufrir en los primeros días de polera.

Pero generalmente es en esta época donde empiezan las quejas referidas a los kilos de más... "Estoy tan gorda", "estoy tan blanca... tan blanda... Consecuentemente, los dueños de gimnasios, solarium y centros de estética vuelven a respirar porque ¡se inicia la temporada alta! Ejercitarse, broncearse y amasarse cuanto rollo encontremos es la misión de aquí a Diciembre.

Pero estas importantes y trascendentes preocupaciones se ven interrumpidas por la llegada del 11. Fecha históricamente conflictiva para nuestro país y que nos divide en dos bandos... Los "comunachos" y los "momios"... Ooooootra vez... Como hace tantos años las manifestaciones pacíficas pasan a segundo plano y las barricadas con neumáticos quemados, los cadenazos al alumbrado público con los consiguientes apagones y las bombas molotov se roban la película. Nada más absurdo que ver a un lote de pendejines flaitongos tirando piedras y descargando toda la rabia acumulada por frustraciones (que posiblemente son muy válidas) utilizando una bandera de lucha que ni siquiera comprenden.

Llega el 12 de Septiembre y nuevamente somos todos amigos... Florecen los árboles, el paisaje se torna primaveral y festivo y reaparece nuestra "Chilenidad" que esperaba en reposo ser despertada. Se multiplican los cantantes de micro, innovando en el folklore hasta con karaoke y micrófono e increpando a los pasajeros por valorar la música chilena sólo en este mes, como si ellos no aprovecharan estas fechas también para "folklorizar" su repertorio intentando despertar sentimientos patrióticos para "hacer máh moneah".

Sabido es, que en ciertos extractos socioeconómicos las fiestas patrias tienen una importancia primordial y se preparan pintando las fachadas de sus casas y comprando el atuendo especial para las fiestas, incluyendo por supuesto el vestidito "rosao guagua e campo" pa la niña de la casa (ese rosado medio fucsia bien, pero bien chillón).

El 17 de Septiembre en los trabajos se hacen actos y celebraciones o, al menos, se invita a los trabajadores a compartir unos minutos de silencio comiendo "empaná" si no hay buena onda ni temas en común... O, por el contrario, ese día nos transformamos todos en una sonrisa con patas para celebrar incluso con la gente que nos cae mal. Y a las doce del día, estemos donde estemos, arrancamos con zapatillas de clavo para prepararnos para la verdadera celebración.

En la noche cada chileno se encuentra ya conectado a su dispensador de alcohol intravenoso. Se olvidan las charchas y los rollos porque no hay 18 sin empanadas, asados, anticuchos, chancho en piedra y chimichurri. No hay 18 sin chicha, pipeño, pajarete (jajaja), apiao, mistela… (¡¡¡qué es eso!!!), cerveza, vino, ron y vodka para los menos arriesgados. Cada mañana es posible ver en vivo y en directo algún "curao durmiendo la mona" entre la basura y los escombros de la noche de juerga y todo huele a "halito alcohólico", como suelen decir los señores carabineros o a "tufo de curao" como se le llama comúnmente a ese hedor.

Noche tras noche se baila cumbia con desenfreno y una que otra confusa cueca, bien tropezada y descoordinada y... vueeeelta!!! con la chicha, el vino, la empaná y el anticucho porque son los placeres baconianos los verdaderos protagonistas de estas fiestas... ¡Si el Dios Baco nos viera se nacionalizaría chileno!

¡Esa es nuestra raza! Comilones, buenos pal copete y, en estado etílico, somos bailarines y entradores.

Luego de días y noches de "Wild on" chilensis se acaban las fiestas patrias y nos vemos obligados a volver a la realidad cotidiana en medio de tacos en la carretera y con sobrepeso humano en los autos y buses. A retomar los proyectos inconclusos en el trabajo, a repactar las deudas contraídas en este fin de semana catártico (porque con el aguinaldo alcanza con suerte para las ensaladas del asado) y a lamentarnos otra vez por la redondez y robustez ganada... Sobretodo si al mirarnos al espejo nuestra cara ha tomado un aspecto lunar.

Y esperar... Y aguantar... Porque, si no me equivoco, este año no quedan más feriados hasta la Navidad... Pero bueno... Eso es lo que viene ahora... En un par de meses empiezan los comerciales Navideños, los cantantes de micro cambian sus repertorios por villancicos y sus vestimentas por trajes de viejo pascuero (ideales para el verano), los malls se llenan de árboles de pascua nevados (porque para eso sí que somos newyorkinos) y empezamos a correr para comprar todos los regalos de la lista...

Pero en fin... Mientras esperamos el próximo feriado viviremos de los recuerdos de las fiestas patrias que nos acompañarán por largo tiempo, porque eso sí es cierto... "lo comío y lo bailao, no nos lo quita nadie" ¡Viva Chile mierrrr!

¡Felices fiestas patrias a todos los que me leen!

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